¡Ya soy un pequeño
escritor/ra! ¡Me encanta escribir!
Con la ayuda del ordenador de mis
padres y la supervisión de estos voy a
inventar un pequeño cuento sobre mis Islas Canarias. Este año profundizamos en
La Palma y voy a inspirarme utilizando
las palabras: barco, indiano, isla, maletas.
Utilizaré la página Microsoft Office Word 2007,
la adornaré con grecas e imágenes y después lo llevaré al colegio en un
pendrive para que se pueda leer y lo vean mis compañeros/as. Mi seño dice que será
publicado en el blog de 2º C.
Me entusiasma la idea. ¡A por
ello!
LEYENDA: UNA
PEQUEÑA HISTORIA DE UN HUMILDE INDIANO
Hace muchos años, vivía
en Puntallana, pueblo de la isla de La Palma, una joven de familia acomodada
que poseía una extraordinaria belleza.
De ella estaba
locamente enamorado un joven pastor que no perdía ocasión de contemplar la
cuando salía de su casa.
Sabiendo que su
condición social no le permitía jamás acercarse y revelar su pasión por ella
pues pertenecía a una familia pobre, estaba muy triste y apesadumbrado.
Pero un buen día
mientras cuidaba su ganado, oyó un reclamo “Cinco años, Cinco años… Y una
fortuna”, era el lema que circulaba por la época de la isla para animar a los
lugareños a buscar fortuna en otros países más ricos.
Y así nació su ilusión,
era la única salida que tenía de aumentar sus posesiones y su hacienda, sin medir el esfuerzo, al grupo se unió y en
un barco velero para Cuba se embarcó.
Allí tierras prósperas
y fértiles encontró, pero su corazón cautivó en La Palma se quedó.
Hermosas mujeres
conoció, trabajos muy duros sufrió, pero su corazón, seguía preso de su primer
amor…
Tras varios años,
pequeña fortuna amasó, pero seguía triste y un buen día el buen indiano a su
pequeña isla, La Palma decidió retornar.
Con sus mejores galas
se vistió: sombrero panameño, una hermosa guayabera blanca, un traje de lino y
con su maleta repleta con su pequeña riqueza y llena de esperanza a su isla
llegó de nuevo por barco.
Ahora si, a su amada
pudo confesar su gran amor, terminando así la tristeza de su corazón.
Germán Adonai Rivero Vega 2ºC